Revisaba Facebook cuando un post con un título
descarnado me dejó sin aliento. El mismo
que lleva por título esta columna. Las
enfermedades invisibles a las que hacen
alusión abarcan las siguientes patologías: Fibromialgia, Encefalomielitis miálgica/Síndrome de
Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple (intolerancia a químicos y Electrohipersensibilidad (intolerancia a
campos electromagnéticos). Estas dos
últimas simplemente innombrables en
México (a diferencia de otros países latinoamericanos).
Esencialmente se trata de un comunicado con un contenido crudo que desvela la
conclusión a la que hemos llegado incontables enfermos en distintas geografías,
sin conocernos, producto de una ardua investigación, cuestionamiento racional y libre pensamiento.
La Asociación Estatal de
Afectados por los Síndromes de Sensibilidad Química Múltiple, Síndrome de
Fatiga Crónica, Fibromialgia y para la defensa de la Salud Ambiental de España (Altea SQM) titula su escrito a modo de
un desesperado, colectivo y trasnacional S.O.S.
Esgrimen
que “No les hacen falta grandes
ejércitos, ni campos de concentración…
No les hace falta empujarnos dentro de una
cámara de gas con la excusa de darnos una ducha…
Han aprendido con los años y saben que la
Historia no se lo perdonaría…
Ahora realizan su trabajo de una forma más sutil, el exterminio de los
enfermos se realiza de forma silenciosa y continuada para no levantar
sospechas, para que cada día estén más agotados y sean ellos mismos los que se
quiten de en medio; para que nadie sospeche que la mano del Gobierno les está
empujando a dejar esta vida para que no ocasionen más gasto a las arcas del
Estado”.
http://altea-sqm.blogspot.com.es/2014/01/nota-prensa-altea-sqm.html
En España estiman alrededor de 4
millones de enfermos esto, sin contabilizar la electrohipersensibilidad , así como las personas que están mal
diagnosticadas y las que carecen de diagnóstico. En nuestro país no hay cifras concluyentes para una epidemia declarada hace años y doblemente
invisible.
Un dato alarmante que proporcionan es que 20% de la población tiene
algún tipo de síntomas, como alergias, ansiedad, intolerancias a perfumes,
ambientadores, cremas, limpiadores, disolventes, combustibles, conservantes y
alimentos entre muchos otros.
Alzan la voz clamando por un “¡BASTA YA! de arrancarnos Derechos
Constitucionales y nuestros Derechos Humanos”. Primo Levi–sobreviviente del
holocausto nazi- vaticinaba que habrían nuevas formas y sofisticados métodos para el exterminio, y que
nada tendrían que ver con él
perpetrado contra la raza judía. Pues
bien, parece que Levi hacía alusión
directa a estos flagelos que estamos encarando y que suelen solaparse. Me quedo
muda y perpleja al pensarlo…y tener que darle la razón. ¡Vaya que conocía como
la palma de su mano a la Humanidad! Incluso a la que le ha precedido décadas
después, , que continua exhibiendo un ignominioso
primitivismo moral.
En España los colectivos de
enfermos llevan décadas exigiendo a las autoridades asistencia
sanitaria, a pesar de ser enfermedades que no tienen cura y que su tratamiento
es meramente paliativo. En nuestro país los enfermos se ocultan en el clóset temiendo el estigma culposo de un enfermo mental. Los enfermos mexicanos
estamos afrentados por lo que Hannah Arendt denominó “la banalidad del Mal”. Un
holocausto que insisten “nuestros
expertos” en encriptar con yoga,
tai-chi y pensamiento positivo, etiquetado bajo la denominación de benignidad.
La indefensión y
la vulnerabilidad que lidiamos se pone de manifiesto al “dejarlos (y dejarnos a los enfermos mexicanos) sin
atención médica, sin recursos para vivienda, alimentos, la subsistencia
cotidiana. Con prestaciones ridículas,
sin ayudas a la dependencia, al desempleo.
Ya hay demasiadas víctimas, muertes, suicidios, desahucios, indigencia.
Todos estamos enfermos, pero todos tenemos Derecho a la Vida y a la Salud”.
Terminan con un llamado a los enfermos para
conformar un batallón –globalizado diría yo- que encare el reto histórico que
estamos habitando. Y, que és nuestra única garantía de supervivencia.
“Por todo esto llamamos a la UNIDAD para acabar con esta situación,
pasemos a la acción, denunciemos colectivamente, salgamos a la calle todos
unidos, apoyemos todas las iniciativas.
¡Busquemos lo que nos une, NUESTRA ENFERMEDAD!
¡UNIDOS PODEMOS! “
También en España han profetizado que en algunas décadas existirán libros y películas que hablen de este holocausto que hoy nos tiene marginados y excluidos. Asesinados por la Vida. Una Vida deconstruida que permea con la infestación de Muerte Infinita.
Columna publicada en el Períódico El Regional del Sur
Enero 31, 2014.
Contacto: porelderechoaexistir@hotmail.com
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